Actuación: Proyecto de interiorismo y decoración
Tipología: Vivienda habitual
Ubicación: Barrio de Ventas (Madrid)
Superficie: 90 m2 útiles
Cliente: Familia monoparental
PLANTEAMIENTO:
Partimos de un piso de 90 m2 de los años 70 con mobiliario anticuado a reformar completamente, recién adquirido por una mujer y su hijo veinteañero.
La nueva propietaria buscaba ampliar visualmente el espacio del salón y darle toda la luz posible al piso (la entrada era muy oscura), así como ganar espacio a los armarios actuales y añadir un tercero. También deseaba convertir el baño actual en un baño + aseo y finalmente decorarlo como un piso de lujo pero a un presupuesto asequible, para lo que optaba por un estilo clásico renovado.
SOLUCIÓN:
Comenzamos con un estudio de distribución completo ofreciendo distintas opciones. En la elegida, el tabique de la entrada (actualmente demasiado amplia para la casa) se trasladó unos 50cm hacia la puerta para darle ese espacio al salón dejando la zona superior libre para que la luz del ventanal del salón llegase a la entrada.
Se trasladó el comedor (actualmente en el mismo espacio que el salón) a la zona previa a la cocina (actualmente simple zona de paso) aprovechando de este modo el área del salón para zona de estar (con un gran sofá en L) así como para un pequeño escritorio para consultar el ordenador. En los dormitorios se sustituyeron los armarios transversales por otros horizontales para ampliar el espacio de almacenaje actual.
El tercer armario solicitado por la propietaria se ubicó en el distribuidor que separaba la zona de dormitorios de la del salón, tirándose los tabiques y puertas actuales (que empequeñecían el espacio) y construyendo en su lugar un tabique en forma de U (sin llegar a techo y con paso libre a los lados), en el que por un lado se alojó el nuevo armario y por otro servía de tabique decorativo para un aparador de apoyo al salón. En la habitación del hijo se recomendó una cama individual, aunque finalmente bajo su solicitud se colocó una cama matrimonial en esquina para dejar espacio al armario y al escritorio.
Para la decoración general se reutilizaron algunos cuadros y piezas de la propietaria, lacándolos en tono metalizado para darle un toque de aire clásico renovado característico de los piso de lujo. Todo ello se completó con piezas de mobiliario que combinaban el estilo clásico (como lámparas de araña o cortinas que arrastran) y el contemporáneo.