Actuación: Proyecto de amueblamiento
Tipología: Piso dúplex abuhardillado
Ubicación: Leganés (Madrid)
Superficie: 70 m2
Cliente: Familia con 2 niñas
PLANTEAMIENTO:
Partimos de un pequeño dúplex semirreformado de 70m2 útiles con una primera planta destinada a entrada, baño, cocina y salón y una segunda planta para el dormitorio principal, baño, dormitorio infantil, aseo utilizado como trastero y habitación de juegos.
El objetivo era redecorar toda la vivienda (a excepción de cocina y baños) para darle un aire más actual y ubicar a cada niña en su propio dormitorio (ahora compartido) haciendo para ello una pequeña obra que incorporara el aseo-trastero a la habitación de juegos para destinarla a la habitación de la niña mayor, dejando a la pequeña en la otra, ampliando en lo posible el almacenaje y colocando una cama nido en una de las habitaciones.
SOLUCIÓN:
El mayor reto de esta vivienda resultó ser sin duda la segunda planta, por sus pronunciados techos abuhardillados en todas las estancias y por su asimetría en los muros.
En la planta baja, para ampliar la sensación de espacio y maximizar la luz hacia la entrada desde el salón, se prescindió de la puerta de acceso, que parcelaba en exceso el recibidor, y se levantó el dintel, uniendo ambas zonas visualmente a través de un papel pintado presente en ambas zonas y de tonos similares.
En la entrada aprovechamos para colocar un mueble suspendido en tono oscuro y un lienzo que escondiera el cuadro eléctrico y una caja registro que estropeaban esa pared.
En el salón, a solicitud de los propietarios, se prescindió de la mesa de comedor fija, sustituyéndola por una mesa de centro en el sofá que hiciera las veces de mesa comedor, elevándola y abriéndola cuando fuera necesario. Como asiento principal se eligió un gran sofá chaiselongue para que toda la familia pudiera sentarse,
El hueco dejado en la zona destinada a comedor se «rellenó» con un gran espejo de pared y un puf en tono menta a juego con los cojines, así como con un sillón auxiliar para la zona de estar en caso de venir visitas.
En la planta superior, comenzamos por el dormitorio principal dándole un aire elegante gracias al papel pintado tipo cuero, tanto en el cabecero de cama como enmarcando la zona frontal de la TV, así como por los tonos visón combinados con tonos dorados y mostazas.
Para paliar la asimetría de la pared del fondo se optó por un banco bajo ventana a medida, más estrecho por un lado que por otro, con cajoneras inferiores para almacenaje, y distribuyendo los cojines superiores de forma que se disimulara la diferencia de fondo.
Además, añadimos una pequeña silla de formas redondeadas y patas finas en el mismo tono visón a juego con el conjunto.
En el dormitorio infantil anexo, destinado a la niña pequeña, se optó por tonos rosas por indicación de sus padres, ya que era el color de preferencia de la niña. Para evitar un «dormitorio princesa» que quedara obsoleto en pocos años, optamos por una decoración más atemporal mediante un papel pintado con dibujo en chevron y tonos visones, rosas y blancos, y una combinación de pintura blanca y coral en la pared, combinado con cojines y alfombra en dichos tonos.
Para ampliar el almacenaje, se colocó la cama bajo uno de los techos abuhardillados y un gran armario a medida con la forma de la buhardilla al otro, dejando el escritorio en la zona central.
El segundo dormitorio infantil, quedó más amplio, ya que se anexó el trastero. Dado que quedaron dos zonas separadas por un muro que no se pudo tirar, se destinó la primera a almacenaje a base de estanterías para juguetes y papeles, y la zona principal para la cama nido, el escritorio y dos buenos armarios de distinta altura para salvar el desnivel del techo.
Para los tonos, se eligió una combinación de turquesas, lilas y grises realizando dibujos de montañas en las paredes, quedando un dormitorio infantil distinto y muy alegre.
El resultado, un pequeño dúplex muy resultón ideal para una simpática familia.