Actuación: Reforma parcial, amueblamiento y decoración
Tipología: Piso / apartamento
Ubicación: Ruzafa (Valencia)
Superficie: 56 m2
Cliente: Familia alemana (segunda vivienda e inversión para alquiler por temporadas)
PLANTEAMIENTO:
Partimos de un pequeño piso exterior y muy luminoso parcialmente reformado por los anteriores propietarios, una pareja que se separó a mitad de reforma y dejó el piso sin terminar.
El piso constaba de una entrada, dos dormitorios, un baño y un salón pequeño y estrecho con cocina incorporada.
Los clientes, una pareja residente en Alemania con dos niños, deseaban el piso como segunda vivienda para venir cada cierto tiempo (semanas de teletrabajo, período vacacional, etc.) y como inversión para alquiler de temporada.
El objetivo era reformarlo parcialmente para mejorarlo estéticamente y convertirlo en un piso de estilo mediterráneo, recuperando y manteniendo los elementos estructurales, reduciendo el número de dormitorios a uno para ampliar el salón y distribuirlo de forma que se maximizara la luz natural.
SOLUCIÓN:
Aparte de las soluciones de tipo técnico (arreglo de desperfectos, ocultación de cableado y regletas de aire acondicionado y otras cosas sin terminar), el mayor reto de la casa estaba en la distribución.
Los clientes deseaban un solo dormitorio y crear algún tipo de altillo para que durmieran los niños, además de eliminar todos los tabiques posibles para dar más amplitud al salón. Todo ello en un piso de distribución en chaflán, con 7 ventanales exteriores y un pilar en el medio del salón comedor que complicaba la distribución.
Para ampliar la sensación de espacio y maximizar la luz, decidimos tirar el tabique que separaba la entrada del salón de forma que se ampliara el espacio percibido además de dejar pasar toda la luz hacia la entrada.
De esta forma, ubicamos en un único gran área la entrada, la zona de estar, el comedor y la cocina, de forma que el piso se percibiera mucho más grande de lo que era.
En la entrada colocamos dos consolas nido con alfombra circular, un espejo circular de madera que reflejara parte de la zona de estar y dos apliques a los lados combinados con los del salón para conectarlo de algún modo. La puerta de entrada se mantuvo en su estética original, mejorándola con barnices y colocando un cristal traslúcido en la zona superior.
Dentro del salón comedor, la zona de estar se dejó en el área más cercana a la entrada.
Dada la forma en chaflán del piso, el mayor reto en la zona de estar fue plantear un modo de distribuir sofá y mueble de TV sin que ninguno de los dos se percibiera «torcido». Para ello creamos una estructura de pladur en paralelo al sofá, siendo de fondo estrecho por un lado del tabique y ancho por otro, aprovechando así para crear una pequeña estantería de pladur para esconder el router y mostrar otros elementos decorativos.
El comedor se situó en la zona más estrecha, eligiendo una mesa con sillas y banco a solicitud de los clientes, completándolo con un mueble vitrina y un antiguo barril a modo de mueble auxiliar, una petición expresa de los clientes.
La cocina, relativamente nueva pero en tonos naranja y negro y un estilo poco del gusto de los propietarios, decidió renovarse entera manteniendo los electrodomésticos, modificando su distribución hacia una forma de U para favorecer la circulación y sensación de espacio, al tiempo que se utilizaron muebles superiores bajos y baldas para aligerar el estilo (al ser segunda vivienda no se necesitaba mucho espacio de almacenaje). Únicamente se utilizó un pavimento diferenciador de imitación a baldosa hidráulica para mitigar la sensación de longitudinalidad de esta zona y dividir virtualmente los espacios.
Por otro lado, se redujo el número de dormitorios a una habitación principal, dándole otra de los anteriores al salón comedor para poder ampliar este espacio.
Gracias a los techos altos, se optó por incluir el altillo para los niños en la misma habitación de los padres, justo encima de su vestidor, accesible con una escalera a la que se le incorporó una barra de obra para hacerla segura.
En cuanto a materiales de obra, se limpiaron todas las vigas vistas y se cubrió el entrevigado con planchas de pladur para mejorar su estética y limpieza visual.
El ladrillo del muro perimetral se mantuvo en su estado original, cubriendo algunos pequeños huecos allá donde fue posible y manteniendo otros demasiado grandes para ello, optando por ocultarlos con cortinas o cuadros, o bien utilizarlos como pequeñas estanterías «naturales» o huecos para iluminación que le daban un aspecto muy decorativo. También se decidió mantener visto el pilar central, pero pintándolo en blanco para enmascarar defectos y dar más sensación de luz y espacio.
Aunque el pavimento laminado estaba en buenas condiciones, no era del agrado estético de los clientes, por lo que se decidió cambiarlo por un porcelánico en tono claro de gran formato.
En las paredes la principal actuación fue empotrar el cableado del aire acondicionado, reparar desperfectos y colocar trasdosados para igualar estéticamente el conjunto o colocar tiras led para una iluminación indirecta.
El baño se mantuvo en su estado inicial en cuando a azulejos, ducha e inodoro, cambiando únicamente la zona superior (falso techo e iluminación led) para esconder las regletas del aire acondicionado o caldera e iluminar el baño de forma indirecta. Además, se le añadió un mueble lavabo, del que el piso carecía, y un toallero en forma de escalera para darle un toque mediterráneo y original.
El dormitorio principal se mantuvo en su lugar, eliminando el aire acondicionado y sustituyéndolo por un ventilador, manteniendo el ladrillo visto perimetral y corrigiendo pequeños desniveles en las paredes.
En el hueco anexo se construyó un pequeño vestidor añadiéndole el espacio que dejó el armario de la otra habitación que se pasó al salón y dejando visto el tabique de ladrillo escondido tras la actual pared.
El resultado, un pequeño refugio de aire mediterráneo-industrial con el que los clientes quedaron encantados 🙂