Actuación: Proyecto de amueblamiento y decoración
Tipología: Piso familiar
Ubicación: Alfonso XIII (Madrid)
Superficie: 100 m2
Cliente: Madre profesional con 2 niños
PLANTEAMIENTO:
Partimos de un piso de obra nueva dentro de una urbanización relativamente reciente con una distribución característica de este tipo de piso con una zona de día compuesta de salón, cocina y terraza por un lado, y 3 dormitorios y 2 baños (uno en suite) en la zona de noche, separados de la zona de día por un distribuidor/pasillo.
La propietaria, madre profesional con dos niños en edad escolar, nos planteó en un primer momento completar la decoración de las habitaciones infantiles y los baños, que previamente había contratado a otro profesional, y posteriormente amueblar el salón y completar el amueblamiento de la terraza, la habitación principal (manteniendo su cama y edredón) y la habitación de invitados, que debería servir como estudio cuando no se estuviera destinando a dormitorio.
SOLUCIÓN:
Para la decoración de las habitaciones infantiles decidimos cambiar la ropa de cama y «vestirla» con alfombras, elementos de pared (láminas y pósters) y complementos varios a colocar en las estanterías existentes y sobre la mesa de estudio de ambas habitaciones.
Dado que las dos estaban reformadas y contaban ya con un papel pintado que condicionaba el color general de la estancia, optamos por mantener la línea y decorar la habitación infantil de la niña en tonos rosa palo y la del niño en diversas gamas de azules. Rellenamos espacios, colocamos cojines, lámparas de sobremesa y de techo, algún espejo y objetos varios que le dieron personalidad a las habitaciones.
Para marcar la entrada colocamos un papel pintado sobre el que situamos una consola a medida de muy poco fondo (20cm) y un espejo decorativo. Esto, junto a los dos grandes cuadros que pusimos en el pasillo de acceso al salón, permitió que esta zona dejase de estar «desangelada», dándole un toque de calidez.
En el salón, a excepción del sofá de piel cruda, que fue elección de la propietaria, elegimos el resto de elementos basándonos en tonos neutros con toques de azul, color elegido por la cliente para esta zona.
Para acompañar al sofá, seleccionamos dos butacas en lugar de un segundo sofá para evitar el exceso de volumen percibido desde la entrada, lo que se completó con una mesa de centro de cristal a juego con la de comedor, y una mesa auxiliar de apoyo, todo ello enmarcado con una gran alfombra fina.
Aprovechamos el hueco que quedaba entre el pilar y la pared para crear una estantería a medida con una finalidad principalmente decorativa, dado su poco fondo. Sobre la pared de los sillones, un cuadro en tonos vivos azules acompañaba a la decoración de esta sala. Y frente a la zona de estar, un mueble TV con módulo superior en marrón oscuro y visón a juego con el aparador del comedor, tonos que resultan muy elegantes y atemporales.
En el comedor, además de la mesa de cristal y metal con efecto oxidado y las sillas de piel de Bo Concept, se planteó un aparador para almacenaje de vajilla a juego con el mueble TV, sobre el cual elegimos un espejo y complementos varios. Dos lámparas colgantes a medida, un centro de flores, unas cortinas a suelo con caídas a los lados y un par de maceteros para plantas grandes completaron el resto de la decoración.
Desde el comedor se podía salir a la terraza, que se decoró en tonos coral y madera, manteniendo los muebles actuales y añadiendo plantas y complementos. El toque especial lo dieron dos naranjos enanos que situamos a cada lado del banco-sofá. Una alfombra de exterior ayudó también a cerrar el espacio y darle calidez a esta zona.
Pasando a la zona de noche, y dado que los dormitorios infantiles ya estaban completados, pasamos a amueblar el dormitorio principal, donde se optó por los tonos crudos y beige similares a los del edredón de la propietaria, que quiso mantener junto a su cama actual. Pintamos el dormitorio, cambiamos las mesillas, las lámparas sobremesa, el cabecero, añadimos un cuadro escultórico para darle volumen a la pared y completamos el conjunto con una alfombra en tonos claros que contrastara con la madera y unas cortinas con caídas en tonos blanco y beige. Un «relooking» del dormitorio de lo más aparente.
Finalmente, para el dormitorio de invitados, de reducidas dimensiones, se optó por un papel pintado tropical en tonos muy neutros y suaves como fondo de pared, un sofá gris con cojines claros, una lámpara de pie, un escritorio a medida de lado a lado de la pared y un pequeño mueble zapatero frente al sofá para poder ver la TV que la propietaria deseaba en esta estancia.
Para cubrir la ventana se optó en este caso por un estor, al no poder llegar a suelo por el escritorio a medida.
Además, de lo anterior, la propietaria nos pidió darle un pequeño toque a los baños, que aunque estaban reformados los veía algo desangelados. Optamos por los tonos nacarados para el baño principal, que estaba revestido en porcelánico beige, y tonos verde manzana para el baño auxiliar, a juego con las toallas y algún complemento que ya tenía la propietaria.
Bastó una simple lámina decorativa sobre el inodoro, un cesto de mimbre blanco para la ropa y algún accesorio de lavabo para darle ese plus que le faltaba a estas estancias.
En resumen, un piso familiar, funcional y acogedor en consonancia con el entorno.