Reforma de un piso interior para alquilar
Un nuevo reto para llevar la luz a un piso muy compartimentado. En esta vivienda todas las ventanas daban a diferentes patios, pero al estar en una primera planta, la luz natural apenas iluminaba las diferentes estancias.
El piso contaba con tres dormitorios, un baño, cocina básica y un pequeño salón. Los propietarios querían reformarlo completamente para alquilar, por lo que el reto estaba en convertirlo en un piso de diseño a un coste mínimo. Este era el plano de estado actual:
La iluminación artificial y el color de las paredes y muebles se vuelve fundamental para que este piso se transforme en una vivienda confortable y luminosa.
Tras el estudio del espacio y las necesidades del cliente, optamos por dar uno de los dormitorios al salón para ganar en amplitud y luminosidad. También cambiamos el acceso del baño para acercarlo al salón y dormitorios y conseguir una mejor distribución del mismo (al tiempo que mejoramos la vista desde la entrada). En la cocina, dado que el cliente prefería que fuera cerrada, decidimos colocarla en forma de «U» con grandes puertas correderas para acortar el pasillo, hacerla más cómoda y generar amplitud al conjunto.
Pasillo con vistas al acceso de la vivienda y al baño antes de la reforma.
Al cambiar la puerta de paso del baño, dejamos espacio para una consola que siempre viene bien en todas las casas para dejar las llaves y a la vez hacer más agradable la entrada a la vivienda.
Vistas del baño antes y después. En la remodelación, cambiamos la bañera por un plato de ducha y el mueble de lavabo por uno exento sobre encimera. Para ellos situamos la puerta justo en el centro en lugar de a uno de los lados. Las encimeras «voladas» aportan ligereza y permiten almacenaje en las cestas de la balda inferior.
La cocina original era bastante precaria, el fregadero estaba exento, apenas había encimera para trabajar y por frigorífico había una fresquera. Además, el patio al que daba era de los más pequeños y descuidados que tiene la casa, por lo que las malas vistas y la falta de luz natural y artificial hacían de ella una de las estancias más lúgubres de la casa.
Después
En el interior continuamos optando por el blanco en la gran mayoría de la cocina para seguir apostando por la luminosidad, y para contrastar, los muebles bajos en gris brillo. Y como siempre nos gusta hacer, integramos lavadora, lavavajillas y lavadora para no romper con la línea estética diseñada.
Antes y después de los dormitorios.
El salón gana amplitud al sumarle un dormitorio y por lo tanto gana algo más de luz. Tras la reforma cuenta también con la ventana del antiguo dormitorio.
La elección de gran parte del mobiliario se hizo en blancos y se combinó con accesorios en chocolate y plata.
Con la nueva distribución el comedor se amplía y son seis los comensales que pueden sentarse a la mesa.
Resultado: Piso apalabrado a la primera pareja que lo visitó en la última recta de la reforma y alquilado definitivamente dos días después del amueblamiento. (NOTA: A solicitud de los inquilinos (a cambio de un plus mensual en el alquiler) los propietarios decidieron amueblarlo al completo, lo que conseguimos en un tiempo record de 8 días).
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