Proyecto de interiorismo y decoración en un piso en Malasaña
¿Buscas decoradores en Madrid? Despedimos la semana antes de las vacaciones de Semana Santa con uno de nuestros proyectos de interiorismo y decoración más recientes para aquellos que queráis sacar ideas: Un piso de 78 m2 ubicado en el céntrico barrio de Malasaña en Madrid.
El piso que nos encontramos era típico de los barrios más antiguos de la ciudad y su característica más particular era una planta totalmente irregular cuya distribución ponía a prueba al mejor de los interioristas. Sin duda, todo un reto para aprovechar al máximo el espacio, además de para distribuir los muebles.
A las imperfecciones en la forma de la vivienda se le sumaban la falta de una buena iluminación artificial en la zona de entrada, un baño también oscuro con un pilar de fundición en el medio, una cocina pequeña y angosta, y en general, una acumulación de años que pedían a gritos una reforma integral cuanto antes.
En la imagen que sigue a continuación, podéis ver el plano de estado actual.
Planta estado actual:
Nuestra primera impresión al entrar al piso y ver un largo y estrecho pasillo, fue la de suponer que el resto de estancias serían estrechas y angostas.
El pasillo nos condujo en primer lugar al dormitorio principal y apriori, todo nos hacía sospechar que nos encontraríamos con una habitación pequeña. Nada más lejos de la realidad: el piso contaba con un dormitorio de 14 m2 con dos armarios empotrados y una ventana que daba a un tranquilo patio interior, y aunque éste no contaba con el mejor de los diseños, sin duda tenía muchas posibilidades para presumir de una buena decoración.
Una vez tomadas las medidas y elaborado el plano, comenzamos a diseñar una nueva cocina más luminosa y cómoda (abierta al salón a sugerencia del propietario) y continuamos adaptando el baño para que éste diese la sensación de ser más recto.
Finalmente, reubicamos algunos de los muebles que el cliente traía consigo de su anterior vivienda.
Plano de estado reformado:
Para que os hagáis una idea de cómo era el piso antes de nuestra intervención, hemos elaborado unas composiciones de imágenes antes y después en las que comparamos un mismo punto de vista antes de realizar el proyecto de interiorismo y decoración y después de haber realizado la obra y el amueblamiento.
Antes y después del comedor-salón:
Antes y después del salón:
Antes y después del comedor y cocina:
Antes y después del dormitorio principal:
Antes y después del baño:
Antes y después del dormitorio de invitados:
Entrada y pasillo
En el proceso de diseño, optamos por enfatizar la entrada pintando el pequeño cubículo que se crea al tener uno de los tabiques retranqueados, pintando todas las paredes en color chocolate.
Esta pequeña intervención nos ayudaba a reforzar la sensación de entrada, además de acortar visualmente el largo pasillo.
La puerta de acceso rechapada en blanco también contribuía a resaltar aún más la pintura marrón.
El pasillo lo transformamos en una pequeña galería con una serie de fotografías de primeros planos de automóviles antiguos, en formato cuadrado y marco oscuro de líneas rectas.
Dormitorio principal
Para la decoración del dormitorio principal, buscábamos un diseño masculino sobrio, elegante y acogedor.
Para no hacer un gran desembolso, optamos por revestir la pared del cabecero con un papel pintado de franjas en tonos marrones, beige y visón, a juego con los muebles oscuros del propietario.
Este mismo papel lo pusimos también en la pared de enfrente, en un pequeño paño que quedaba libre entre el armario y la pared de la ventana, perfecto para romper el blanco que continúa a su alrededor y dar un toque de color.
Una iluminación sencilla pero efectiva, con dos lámparas blancas sobre las mesillas de noche y una gran lámpara colgante, nos ayudó a resaltar la estancia a la vez que la hacía mucho más acogedora.
Baño
Seguidamente nos encontramos con el baño. Aquí el mayor problema era eliminar la sensación de caos que producía la estancia con su forma irregular.
Ninguna de las paredes formaban un ángulo de 90 grados, y para más inri, nada más abrir la puerta, nos topábamos con un pilar de fundición rojo.
A todo esto había que sumarle su falta de luz.
Comenzamos creando un trasdosado en la pared del inodoro y en la del lavabo, con el fin de reducir la ángulos agudos, consiguiendo de esta forma un espacio más armónico y menos agresivo.
Revestimos las paredes con dos tipos de azulejo blanco: uno liso con formato apaisado y otro con las mismas dimensiones pero con una textura de ondas.
Éste último lo colocamos en la pared del inodoro, justo frente a la puerta de entrada, y para crear contraste, optamos por un suelo porcelánico de imitación a madera.
Con este juego de blancos y tonos roble que repetimos en el espejo y en los complementos de baño conseguimos dar más luminosidad.
Y para minimizar la presencia tan notoria del pilar rojo, lo pintamos de blanco y a partir él situamos el plato de ducha, de tal manera que pareciera haberse construido a propósito para delimitar la zonza de ducha y el acceso a ella.
Cocina y comedor
Para abrir al máximo los espacios, optamos por incorporar la cocina al salón, de forma que le llegara la luz natural y a su vez el salón pareciera mucho más grande.
En cuanto a los acabados, era importante que la cocina se comportase de una manera neutra para formar parte de un mismo espacio.
Por ello los muebles los elegimos en blanco con los cantos de efecto cristal.
Unos taburetes negros altos para la barra elegidos por el propietario forman el nexo de unión con el comedor, que también contaba con muebles oscuros, como el aparador wengué flanqueado por dos pedestales negros.
Salón
Nuestra intervención en el salón se basó en terminar de darle vida a la estancia. El cliente puso su sofá, un puf, una mesa de centro y otra auxiliar, la lámpara de pie y el mueble de televisión. Nosotras añadimos dos grandes cuadros escultóricos en plata y negro, una alfombra visón, cojines grises y mostazas, unas velas también en color mostaza y un gran plafón rectangular de 100x50cm.
Dormitorio de invitados
Para este espacio planteamos una estancia desenfadada y alegre, en la que continuamos con el blanco como color base y seguimos con tonos verdes y marrones.
Una alfombra bajo las dos camas individuales, unos cojines de rayas con pinceladas también verdes, unos complementos sobre la cómoda y una planta de hoja verde dan el toque de color y frescura.
Por otro lado, unas lámparas con estructura de madera, un portafotos con marco de roble, el canto de las mesillas y la cómoda y un cuadro tallado que deja entrever el material de madera a través de un bosque aportan el toque cálido que siempre acompaña a este material.
Y hasta aquí uno de nuestros proyectos de interiorismo y decoración realizados con cariño para un encanto de cliente.
Como veis, con pocos recursos de interiorismo se puede transformar un piso desfasado en un hogar cálido y agradable. Así que si vuestro caso es similar y buscáis decoradores en Madrid, no dudéis en poneros en manos de Interia: Os ayudaremos a mejorar vuestra vivienda y convertirla en una casa de revista.
Y si sólo queréis curiosear, entrad en nuestra web y echad un vistazo al resto de nuestros proyectos y servicios 😉
No hay comentarios