Proyecto de decoración moderna de un dúplex con terraza en Pozuelo
Si hay algo que nos gusta en nuestro trabajo es comprobar el antes y el después tras la actuación en un piso o local. Todo el proceso de proyecto resulta interesante (la charla con los clientes para conocer sus gustos y necesidades, la ideación, la búsqueda materiales y mobiliario, etc.), pero una vez acabado el proyecto de decoración, hacemos nuestras fotos de recuerdo y es entonces cuando comenzamos con la comparación, echamos la vista atrás y vemos la transformación del espacio. Los interiores cobran vida y ganan mucha personalidad.
En el caso que os enseñamos hoy, se trataba de aplicar una estética de decoración moderna a una vivienda de obra nueva en Pozuelo para una encantadora pareja residente fuera de España que puntualmente hacía escala en Madrid. Al viajar con mucha frecuencia, necesitaban un proyecto de interiorismo que se adaptase a sus necesidades, al tiempo que sirviese para alquilar el piso a turistas o ejecutivos los días que no estuviesen en ella, por lo que necesitaban que tuviera una cierta presencia sin hacer un fuerte dispendio.
Nuestro reto era conseguir un ambiente cómodo y acogedor para los propietarios con mobiliario relativamente económico para amortizar rápidamente la inversión, dada su corta estancia en la vivienda.
En primer lugar fuimos a visitar la casa. A pesar de tener planos facilitados por la propiedad y de ser un piso de obra nueva perfectamente terminado, una de nuestras rutinas es tomar siempre nuestras propias medidas para cerciorarnos de que están bien y especialmente para hacernos con el piso, conocer cada rincón, observar la luz, conocer de primera mano los pros y contras y en definitiva sentir en primera persona la vivienda.
Tras la visita y conversación con los clientes, el siguiente paso es pasar a limpio el plano y comenzar con la distribución. Para ello, comenzamos con muebles de dimensiones estándar y según van surgiendo los «obstáculos» vamos viendo qué piezas deben tener unas medidas muy concretas que condicionarán después la selección de mobiliario.
Salón con acceso a la terraza (antes)
Vista de la terraza y el dormitorio principal (antes)
Solarium en la planta alta (antes)
Plano con la distribución del mobiliario, a la derecha el solarium y a la izquierda el resto de la vivienda.
Cuando hemos definido el plano, comienza la búsqueda de mobiliario, que deberá atender a los requisitos especificados por los clientes (precio, color, materiales, textura, etc.) y a las medidas que han resultado de la distribución.
En este caso, el resultado fue el siguiente:
Para la entrada, un hall pequeño con un única pared libre para actuar. En este caso elegimos una consola volada con dos cajones y un espejo redondo en acabado plata a juego con los jarrones decorativos.
Continuamos hacia el salón, donde creamos un ambiente basado en una paleta de colores en tonos arenas, blancos y visones.
Desde el salón se puede ver la terraza, y para los clientes era importante lograr buena decoración de la misma, ya que son las vistas que tienen desde el sofá.
Nuestra propuesta fue utilizar tonos azules para contrastar el blanco del sofá propuesto por la propiedad, el de los maceteros y la claridad de los materiales de la propia terraza.
Los azules más vivos los utilizamos en la alfombra, los cojines y el sillón auxiliar de hilos plastificados, dejando un tono algo más claro en la mesita.
En la cocina, de dimensiones pequeñas, únicamente nos pidieron poder colocar un reloj y alguna planta para avivar el espacio, por lo que con una pequeña balda metalizada colgada de la pared para ahorra espacio de encimera y tres plantas artificiales dimos el toque verde a esta estancia, todo ello acompañado de un reloj elegido con acierto por la propiedad.
Para el dormitorio auxiliar era importante poder tener las camas individuales unidas con la opción de separarlas si los invitados o inquilinos lo necesitasen. La pregunta era cómo crear unidad en la decoración sin que ésta se viese afectada por el posible cambio de distribución. Nuestra solución: un cabecero de papel pintado ocupando todo el ancho de la pared a media altura y rematado por una tapeta de color blanco.
En el baño auxiliar únicamente tuvimos que seleccionar toallas, jaboneras y complementos como flores y un pequeño cuadro de los clientes.
El dormitorio principal lo decoramos en tonos morados, combinándolo con platas y unas mesillas de noche con acabado de madera. Para crear continuidad en su baño, continuamos utilizando una gama cromática de fucsias en toallas, jaboneras y una orquídea.
Por último, el solarium, una de las estancias más golosas de la vivienda donde relajarse, tomar el sol, cenar y disfrutar del jacuzzi. En este espacio, teníamos como requisito poner muchas plantas: obviamente tenían que ser artificiales por la imposibilidad de cuidarlas como es debido al no ser una residencia habitual, así que con unas cuantas bolas boj y unos maceteros altos, logramos traer la vegetación al solarium. A juego con la plantas, nos decantamos por cojines, velas y alfombra en tonos verdes. Un bonito contraste con los sillones, sofá y cama balinesa de color blanco.
Y para diferenciar la zona de comedor y no crear monotonía, elegimos una bonita mesa con un sobre de cristal en tono visón. Las sillas en cambio funcionan como nexo de unión, con la estructura de color visón y el asiento y respaldo blanco.
Y como toques decorativos, unos farolillos metalizados, una fuente y un pedestal con un Buda, sugerencia de la propiedad.
Hasta aquí nuestro proyecto de interiorismo y decoración moderna de esta bonita vivienda en Pozuelo. Esperamos que os guste y lo hayáis disfrutando leyéndolo tanto como nosotras haciéndolo 😉
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