Decoración minimalista en un bonito piso de Moscú
Esta semana nos adentramos en la decoración de casas y lo hacemos además en un estilo muy concreto: el minimalismo. Queremos mostraros cómo puede ser igual de acogedora una vivienda alegre y desenfadada que una sencilla con pocos elementos y colores.
El minimalismo nos permite optar por una distribución sencilla, limpia en acabados, con materiales que permiten tener un hogar cómodo, facilitando una vida ordenada y práctica. Su filosofía apuesta por el empleo de pocas piezas de mobiliario bien distribuidas y pensadas para favorecer un ambiente pulcro y confortable.
En este caso vamos a visitar un apartamento en el centro de Moscú, obra de Boris Uborevich-Borovsky en cooperación con Irina Selezneva, Oksana Lobanova y Aleksey Antonov. Un piso que cuenta con una superficie total de 140 metros cuadrados, con una base minimalista y toques contemporáneos.
Este apartamento se ha diseñado en base a una paleta monocromática, una cuidada elección de materiales contemporáneos y el aprovechamiento de la luz natural. La distribución abierta de la vivienda da gran protagonismo al salón donde un sofá corrido y un frente de almacenaje de obra, llenan el espacio con su robustez. Una lámpara de araña en tonos metalizados aporta el toque de sofisticación al espacio, mientras que una variedad de texturas en textiles, alfombras de pelo y suelos de madera, aportan el toque cálido.
Una zona de cocina abierta se integra con el salón y el comedor. El blanco es el color predominante en el ambiente que se complementa con tonos metalizados, azules grisáceos y el negro en algunos elementos. Este contraste se aprecia en el mobiliario oscuro (el sofá o las sillas del comedor) conel entorno blanco.
La cocina está distribuida en forma de L, compuesta en el lado más largo por un frente de almacenaje y encimera y una columna de horno y microondas y frigorífico en lado más corto. Cerrando el conjunto, encontramos una isla que encuentra su réplica en un volumen que descuelga del techo donde se encuentra la campana extractora. Todo ello bajo una estética en blanco satinado que reviste los frentes de los diferentes módulos.
La zona de comedor, muy pulcra, cuenta con una mesa de diseño en vidrio y sillas en piel de color gris pizarra. La iluminación puntual se compone de luminarias metalizadas que aportan el toque de modernidad. Los textiles visten las ventanas aportando calidez al espacio con sus texturas y sus colores grises de tonos medios.
La zona más privada se compone de una habitación con baño completo y vestidor. El dormitorio es la estancia tratada con mayor carácter neutro y sencillo, ya que al tratarse de una zona de descanso conviene mantener un ambiente despejado y relajado que favorezca un sueño reparador.
También cuenta con una zona de lectura próxima a los grandes ventanales vestidos con finas cortinas de gasa para tamizar la entrada directa de la luz natural, consiguiendo así un ambiente más fresco y sereno.
La zona del vestidor da acceso directo al baño en un ambiente delimitado por vidrio y revestido en cerámica. El gris y el blanco suavizan el clima, maximizando la luz natural y proporcionando un ambiente fresco y lleno de claridad tan necesarios a la hora de vestirse y arreglarse.
El mobiliario de baño es de líneas rectas y limpias en blanco puro que destacan sobre un revestimiento en gresite para las paredes y porcelánico de imitación mármol para el pavimento.
Hasta aquí nuestro aporte semanal a la decoración de casas. Como habéis podido comprobar, el estilo minimalista es apto hasta para ciudades tan frías como Moscú, sólo hay que jugar con los textiles y contrastes de colores dentro de la una paleta monocromática.
Vía: inspirationist.net
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