Amueblamiento parcial de dos pisos en Madrid

Amueblamiento parcial de dos pisos en Madrid

Hoy nos hemos levantado generosas y, en lugar de uno, vamos a compartir con vosotros dos de nuestros proyectos. Concretamente dos trabajos de amueblamiento parcial que realizamos en dos pisos de Madrid.

El primero es una vivienda para una pareja que, cada 3 o 4 años, siente la necesidad de mudarse a otro piso para experimentar nuevas sensaciones. El segundo es un hogar familiar que, tras varios años con los muebles de la anterior vivienda acoplados como buenamente han podido, sienten que ha llegado la hora de darle al espacio el mobiliario que está pidiendo a gritos.

Dos pisos distintos para familias con necesidades dispares pero con un mismo objetivo: disfrutar de su casa. Para ello, nada mejor que un proyecto de amueblamiento con ideas generales de decoración, un proyecto pensado con antelación para no dejar  a la improvisación de última hora ninguna responsabilidad. En nuestra forma de trabajar en el día a día, no hay prisa que valga, sabemos por experiencia que será mucho más económico a largo plazo pararse a pensar qué idea queremos desarrollar, medir bien el espacio en cuestión para saber con exactitud las medidas máximas y mínimas que nuestro salón, dormitorio o baño requiere; y explorar el mercado para saber qué opciones ofrece y cuál es la que más beneficia al cliente. En definitiva, invirtiendo el tiempo de las semanas previas a la puesta en marcha del proyecto para pensar, ganaremos en tranquilidad y tendremos la certeza de que, al finalizar, la decoración de nuestra vivienda cumplirá con las expectativas depositadas en ella. Ese es el guión que seguimos en ambos casos y el resultado fue el siguiente:

Vivienda para una pareja itinerante

Nuestra misión en este espacio era acondicionar un piso recién reformado manteniendo alguno de los muebles que la propiedad siempre lleva consigo en sus mudanzas. Nuestra actuación tenía que centrarse únicamente en el salón y en el dormitorio principal.

Los clientes, que ya conocían de antemano nuestros proyectos, querían que lográsemos para su hogar un ambiente tranquilo, cálido y relajante, nada recargado. Con estas premisas nos pusimos manos a la obra y, una vez pasado a limpio el plano, comenzamos a distribuir el salón.

Salón-comedor

Le dimos la vuelta al salón según lo tenían pensado los clientes, y donde ellos habrían puesto el sofá, nosotras pusimos el comedor y viceversa. De esto modo la circulación mejoraba y el espacio parecía más amplio. En cuanto al dormitorio, se mantenía la distribución pero cambiábamos el mobiliario, trasladando su antigua cama de matrimonio al dormitorio de invitados.

Para la decoración, teniendo en cuenta que manteníamos la mesa de centro, el aparador, las sillas y la lámpara de comedor; optamos por una gama cromática de arenas, marrones oscuros y blancos. Todo acorde con la piezas que aportaban pero dándole una vuelta para obtener un nuevo interiorismo.

En la pared de la televisión y en la del comedor, un papel pintado de color arena, aportaba el contraste con el resto de paredes, todas ellas pintadas en blanco para potenciar la luz natural.

Los muebles más pesados (mesas, mueble de tele, baldas y sillas) aportaban estabilidad y contundencia con su color oscuro, mientras que el sofá y los sillones, también contundentes, daban más claridad y ligereza con su tapizado de tonos claros. Un juego de compensación de masas que nos permitía conseguir el equilibrio y la tranquilidad buscados.

En el dormitorio, una vez acabado, da la sensación de no haber tenido que intervenir en gran medida, pero lo cierto es que fue uno de los puntos a los que más vueltas le dimos. El objetivo era lograr un oasis de paz, un espacio donde reinase la calma y los problemas quedasen tras la puerta. Valoramos varias ideas de cabecero hasta que al fin, la que más se ajustaba a las necesidades prácticas y estéticas de los clientes, resultó ser la de un sencillo biombo de madera con papel de arroz. A juego, unas mesillas de noche, también de madera y, sobre ellas, unas pequeñas lámparas de papel con un toque floral sobre una de ellas.

Por último, reutilizamos fotos de sus viajes para colocarlas en el hueco existente entre los armarios, junto con unos jarrones de coral y un recipiente de cristal relleno de arena de playa y conchas traídas también de sus viajes.

Antes y después del dormitorio:

Vivienda de una familia con ganas de volver a estrenar su piso

Cuando contactaron con nosotras nos encontramos con una vivienda asentada, establecida en las vidas de los inquilinos; un piso donde cada miembro de la familia se había habituado a sus muebles, a su ubicación y al ambiente que ellos desprendían. Sin embargo, la idea de cambio surgió precisamente por esos mismos motivos, para renovar el estilo, dar un aire nuevo, fresco y actual y, en definitiva, sentir que estrenaban casa y comenzaba una nueva etapa.

Antes del proyecto de amueblamiento:

Dormitorio principal

Lo primero, como en el anterior caso, fue comenzar por la distribución de los muebles. En el caso del dormitorio, mantuvimos la cama, sustituimos la librería  y el escritorio por unos más actuales, actualizamos los paneles japoneses y las cortinas y añadimos armarios frente a la cama para ganar más almacenaje.

Para la decoración, optamos por recrear un ambiente sofisticado. La pared del cabecero la revestimos de dos tipos de papel, en la parte central uno geométrico y en los laterales un modelo nacarado de trama continua. Para ello elaboramos una infografía 3d mucho más realista.

El resultado final fue el siguiente:

El acceso al dormitorio se hace a través de un pasillo; aprovechamos su larga pared para incluir una galería de fotos enmarcadas.

Antes y después del pasillo («antes» visto desde la entrada al dormitorio y «después» desde la habitación):

Salón-Comedor

Para el salón, el principal objetivo era dar luminosidad y que con ello el espacio pareciese mucho más amplio. Utilizamos muebles blancos, un sofá en L con distintos tapizados (mismo color, diferentes texturas) y color en los cojines y en dos paredes pintadas en color visón para romper la continuidad del blanco. Unos cuantos toques metalizados en diferentes objetos (cuadro, marco del espejo, canto de la mesa de comedor) ponían la guinda al pastel. Una vez más, realizamos un par de 3d para hacerse una idea previa.

Y finalmente el salón quedó así:

Antes y después del salón:

Despacho

Si el trabajo se lleva a cabo en caso, como es este caso, y si además el despacho se ve desde la entrada y el salón, no hay excusa para no darle una vuelta a su imagen. Afortunadamente así fue en esta vivienda, así que nos pusimos manos a la obra para conseguir aportar un nexo de unión entre ambas salas otorgando además al despacho un toque de protagonismo. Continuamos con los muebles blanco pero optando por una pared de color en color gris en lugar de visión, que era el tono elegido para el salón.

Y cómo no, para entenderlo mejor, otra infografía.

Antes y después:

Otras estancias

Nuestro trabajo no sólo fueron el dormitorio principal y el salón, también intervenimos en la entrada del piso y en el pasillo que da acceso a los dormitorios.

Antes y después de la entrada:

Comedor visto desde la entrada:

Antes y después del pasillo:

Hasta aquí el análisis de estos dos proyectos de amueblamiento parcial. Recordad que si andáis buscando interioristas o decoradores de Madrid y os han gustado nuestros trabajos, en Interia estaremos encantados de realizar vuestro proyecto.